jueves, diciembre 10

Relaciones Tòxicas

Si estás inmerso (o inmersa) en un vínculo de pareja que te produce mucha pena y desdicha y poca alegría y buenos momentos, que en algunos momentos te hace sentir que de algún modo llegas a desdibujarte como persona en pos de mantener una armonía o comunicación ficticias, es bien probable que formes parte de una relación tóxica. Determinarlo te será de suma utilidad para desactivarla y acceder a una vida emocional más satisfactoria.

Una relación tóxica es aquélla en la cual una o las dos personas sufren mucho más de lo que experimentan dicha y placer por estar juntos. Uno de los integrantes (y en algunos casos ambos) se ven sometidos a un gran desgaste por tratar de sostener la relación. Este tipo de vínculos provocan más insatisfacción que felicidad, y la sensación de bienestar que pueden proporcionar en escasos momentos es muy efímera ya que para vivenciarla es necesario silenciar o pasar por alto ciertas cosas que, de darles la importancia que efectivamente tienen, causarían un profundo dolor e incluso llegarían a poner en peligro la continuidad de la pareja. Ten presente que nada bueno puede surgir de uniones entre personas que generan actitudes y emociones lacerantes que nublan tu capacidad de alcanzar la plenitud emocional que te mereces.

Las relaciones ideales entre las personas son ganar-ganar. Una relación tóxica nunca puede catalogarse como tal, son de ganar-perder y, en muchos casos, las dos personas involucradas pierden. Si tú eres quien en estos momento se está planteando si el vínculo que te causa insatisfacción y momentos desagradables es de esta índole, piensa si hay comportamientos tóxicos involucrados. Si de a ratos preferirías no estar con esa persona porque te hiere y te entristece visceralmente, si utiliza mecanismos tales como la culpa, el sarcasmo y la burla para manipularte, si mina tu autoestima y tu capacidad de que decidas de manera individual lo mejor para ti, si has llegado al punto de no reconocerte a ti mismo, entonces eres parte de una relación tóxica y eres tú quien sin duda pierdes en esta forma de comunicación dispareja.

¿Qué nos lleva a involucrarnos en relaciones tóxicas?
Hay diferentes razones, a continuación detallo las más usuales:

La baja autoestima. Si nuestras creencias están basadas en sentir que no somos merecedores de la atención, el respeto o el amor de otra persona, quien aparezca será considerado (o considerada) nuestra tabla de salvación, a la que nos aferraremos con uñas y dientes porque sin esta persona, ¿quién nos querrá? O ¿quién pagará nuestras cuentas? O ¿quién nos cuidará?

El creernos salvadores. Fantasear que nosotros podemos cambiar a esa persona, que hemos llegado a su vida para que se transforme en otra clase de ser humano, mejor, más como nosotros queremos que sea, suponer que con nosotros se comportará de una manera diferente a la que suele hacerlo, que lograremos que se operen modificaciones impensadas, son caminos de ida hacia el sufrimiento. Podemos ayudar a que otras personas cambien rasgos de su personalidad que les molesten, siempre y cuando se den cuenta de que este cambio los favorecería, decidan hacerlo y además quieran que los ayudemos. Lo que sí tenemos es la capacidad concreta de lograr que se produzcan cambios asombrosos en nosotros mismos si así lo deseamos: esta capacidad es innata, por lo que nada ni nadie podrá privarnos de ella nunca. Es sólo cuestión de tomar la decisión de hacerlo y poner manos a la obra.

El asumir el rol de víctimas. Quién nos va a querer o a aceptar como esta persona que se digna a darnos ratos de su tiempo, o a convivir con nosotros, en definitiva, a darnos momentos su (mala) compañía cuando le place. El asumir este rol implica que estaremos generando (o aceptando) a una persona que se comportará como victimario.

La urgencia de muestras de cariño. Este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y se suma a la necesidad de suplir carencias profundas. A veces da como resultado el tolerar cualquier cosa por un poco de lo que atisbamos como cariño (una demostración de afecto, sexo, un regalo), pero que en realidad encubre otro comportamiento de fondo (uso, abuso, egoísmo, maltrato, falta de respeto, etc.).

Estar acompañado a cualquier precio. El miedo a la soledad es el paso preliminar hacia una posible relación tóxica ya que, vuelvo a mencionarlo, toleraremos literalmente cualquier cosa con tal de no estar solos. Considero que no hay mayor sensación de soledad agobiante que el creer que uno está acompañado por alguien que le va a hacer bien cuando esto en realidad no es así y esa persona no sólo no cumple con nuestras expectativas más esenciales sino que atenta (con marcado éxito) contra nuestra calida de vida. ¿Cómo confiar en alguien que demuestra que no quiere nuestro bien? (Aunque diga otra cosa).

El aburrimiento. La búsqueda de nuevas sensaciones, de una manera de alejarnos de la monotonía o de la rutina puede hacer que sólo veamos una faceta de la personalidad de quien nos atrae, la divertida y agradable que nos saca del letargo en el que estábamos, y no logramos visualizar el resto de la personalidad de quien nos atrae, en la cual hay comportamientos tóxicos que en un principio no identificamos. Encontrar a alguien que tiene gustos similares a los nuestros es muy bueno - ¡enmascarar una relación tóxica no lo es! Una vez inmersos en un vínculo de esta índole, se nos dificulta salir porque creemos falsamente que volveremos al aburrimiento inicial…. ¡esto depende enteramente de nosotros! Hay muchas personas que comparten nuestros gustos y sueños que no precisan crear un vínculo tóxico para relacionarse.

La necesidad imperiosa de cumplir algún rol social, como por ejemplo el de esposa/o, madre o padre tal vez pueda llegar a hacernos priorizar el fin antes que ver a la persona que elegimos como realmente es. Algunas veces tratamos por todos los medios posibles de enmascarar la realidad para seguir manteniendo las apariencias y la estructura social, aunque el costo interno suele ser demasiado alto.

El miedo a seguir avanzando en la vida. Si tenemos un vínculo con una persona que nos pone frenos o nos cercena en nuestro crecimiento y nos estancamos en cierta área de nuestra vida (ya sea personal, laboral, espiritual o profesional) ¿no somos nosotros mismos quienes aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos? Tal vez ésta ha sido tu ganancia secundaria y por eso has sostenido este tipo de comunicación por más tiempo del que quisiste o creíste poder soportar.

¿Quién dijo que amar es dar sin ninguna clase de límites?
En principio hay un límite bien claro, y es el respeto y el amor a uno mismo, que está por encima de todo lo demás. Si no te quieres ni te haces valer y ensalzas a otra persona al punto de priorizarla por sobre tu bienestar y estabilidad interna, incurriendo en sacrificios estériles, integras una relación tóxica. Si la comunicación con otra persona te hace decididamente mal, impide que desarrolles tu potencial, te frustra una y otra vez, implica que relegues deseos que son muy genuinos para ti, en síntesis, no sólo no suma sino que decididamente resta, ¿hasta cuándo seguirás tolerándola?

Amar con equilibrio es la clave hacia una vida emocional sana y placentera. Trae aparejado no permitir que persona alguna interfiera en otras actividades o áreas de nuestra vida, entender que es bien posible desarrollarse en lo que uno genuinamente desee, y además crear y disfrutar vínculos sanos con otras personas. No hay por qué dejar de lado nuestras expectativas, ilusiones, deseos y sueños por intentar sostener una situación que a las claras resulta insostenible, salvo que comprometamos nuestra integridad emocional, nuestra salud, el justo respeto que nos merecemos como seres valiosos que somos y el derecho legítimo a ser plenamente felices.

Si estás inmerso o inmersa en una situación de este tipo, tienes una salida… en realidad, muchas. Cuando tú lo decidas le podrás poner fin al sufrimiento y lograrás abrir la puerta de par en par a una realidad distinta, a un futuro lleno de concreciones, optimismo y buenos tratos.

En el caso de que te des cuenta que se ha generado una relación tóxica con un jefe o superior, tal vez no le hayas puesto punto final aún por miedo a perder el trabajo, a no poder valerte económicamente, a no encontrar otro empleo que pague tus cuentas… ¡bien se puede buscar un trabajo mientras nos vamos despidiendo de nuestro jefe tóxico!

Asimismo, siempre cuentas con la posibilidad real de decidir cambiar los términos de tu vínculo de pareja tóxico en el momento que estés preparado (o preparada) para hacerlo. Si te disocias del rol que asumiste en este vínculo (salvador, maltratado, quien-todo-lo- aguanta, perdedor, sumisa, etc.) la otra persona automáticamente cambiará su postura al tratarte ya que no encontrará el mismo eco de tu parte. Por ejemplo, para que haya una persona en rol de victimario debe existir su contraparte, alguien que asuma el rol de víctima. Si uno de los dos desaparece, el otro pierde fuerza y cambia su postura … ¡se desintegra este par de roles! Asimismo, este cambio de roles y de conductas desactivará el poder que la otra persona tiene sobre ti.

Tal vez no te resulte fácil controlar tus emociones o sentimientos, aunque sí puedes elegir qué hacer y qué no hacer con ellos. Eres libre para decidir qué clase de relaciones y de personas te rodearán cada día de tu vida.

'La honestidad, la integridad y un genuino sentido del amor, sean tu huella personal.'

'Mucha gente caminará dentro y fuera de tu vida, pero solo los buenos amigos dejaran huellas en tu corazón.'


'EL HOMBRE MAS FELIZ Y LIBRE LLEVA ATADO UNA MUJER A SU CORAZON'

'El Amor es Respeto Responsabilidad y Compromiso y No se establece dònde no lo hay'.

'El amor verdadero está ligado a la plena toma de conciencia de cada acto... de cada gesto... de cada sentimiento y de cada pensamiento. ..'

El amor de pareja es la sintonía de dos frecuencias psíquicas y mentales que se van armonizando poco a poco y que gradualmente van creando una sola música. Ya no se trata de dos instrumentos musicales que suenan cada uno por su lado, sino de un dúo sincronizado y lleno de vida.

'Hay que elevarse mentalmente para luego dar un amor puro, limpio y desapegado.. .
...Tiende al amor elevado, idealizado y vuela tan alto como las àguilas'.

'Para llegar al otro, la ternura es un camino mucho más corto y directo que la crítica'

'Manten un equilibrio entre el mundo de lo abstracto y el mundo de lo concreto, así como entre la fe y la razón...'

'El Ser humano tiene dentro de sí algo muy valioso; DIGNIDAD pero muchos viven ignorantes de ello'

¿Sabías que se puede extrañar aquello que nunca se ha tenido?...¿Sabí as que la nostalgia de un hipotético futuro existe?... Yo no lo sabía, tú me lo enseñaste, sin querer...

'Llega un momento en nuestras vidas en que debemos renunciar a algo o a alguien que una vez apreciabamos pero que ya no tiene más un propósito positivo en nuestras vidas. '

jueves, octubre 8

Principe Azul ¿Existe o no el hombre ideal?

Hace algunos días tuve la oportunidad de reunirme con algunas compañeras de la universidad, en realidad no éramos muchas, casi siempre las mismas con las que solía hacer planes que solo se hacen con las más amigas.


Les confieso que tenía sentimientos encontrados, debido a que como hacía bastante tiempo que no hablábamos estaba a la expectativa de tener algo que contar y ojalá fuera algo bueno, importante y atractivo. Todo se resumía en “amigas encontré el hombre perfecto”. Y lo digo porque para nosotras, no se si a ustedes les ha pasado nuestras conversaciones terminan siempre girando entorno a ellos y en discutir si existe o no el hombre ideal. Como era de esperarse, todas llegamos muy lindas y eso sí con el mejor atuendo. Ah, por cierto el lugar escogido estaba de ataque y solo para que se hagan una idea se llama solos y solas pero bueno luego hablaremos de estos sitios.

Por ahora les cuento que como si se tratara de un chiste o la ayuda del cosmos, la mayoría éramos solteritas y a la orden, solo una tenía una relación estable. Este fue el punto de partida para que toda la noche expresáramos: ¿cómo debe ser el hombre ideal? Algunas coincidían en pensar que este ideal de hombre definitivamente no existe, porque de alguna u otra manera por más cualidades que se tengan siempre se tiene un defecto y que ese defecto en algún momento tiene que aflorar. Según entendí no es que uno espere un santo canonizado si no uno que sea capaz de reconocer y mejorar, que en lo personal creo que es el dolor de cabeza de la mayoría de las mujeres y el rompimiento de mas de una relación.

El luchar día tras día porque esa persona demuestre con un cambio cuanto le interesamos. Trabajo que si no se tiene resultados nos lleva a un desgaste personal, al desánimo y, porque no, al desamor. Por otra parte, la mas racional de mis amigas, y la llamo así porque es de las que piensa que a las relaciones se les debe meter mas razón que corazón, cree que el hombre ideal es aquel que cumple con las necesidades básicas, es decir que pueda pagarle las tarjetas, los recibos, las salidas, los viajes y una que otra prendita. ¿Acaso es este el hombre ideal para ti? Ahora bien, el lado opuesto lo piensa mi otra gran amiga quién argumenta que para ella su ideal de hombre se resume en solo dos palabras: un ser espiritual y muy trabajador.

Todo punto de vista es respetable y más si se tiene en cuenta que en cuestión de hombres nada está escrito. Reconozco que no es que se trate de interés aunque en algunos casos lo sea, yo prefiero llamarlo “velar por nuestro bienestar económico”. No se si estarán de acuerdo o no pero me imagino que para toda mujer o al menos para mi, el hombre ideal debería ser una mezcla entre el rostro y la figura de Brad Pitt, con la importancia e inteligencia de Barack Obama , la dulzura de Juan pablo II y el bienestar económico de Donald Trump. ¿Te identificas con un hombre así o cómo lo prefieres? Saben que chicas yo soy la más romántica del grupo, toda mi vida he tenido claro que mi hombre ideal es aquel que me ame tal cual como soy, con mis gorditos, con mis defectos, pero sobre todo aquel que me respete y me consienta aún sin maquillaje y recién levantada.

Luego de algunos tragos y el transcurrir de la noche solo coincidíamos en pensar en que ese espécimen llamado hombre son y serán ideales dependiendo del gusto, las características, el amor y la tolerancia que haya en cada corazón. Bien dice el sabio refrán que los hombres son como el transporte público, nunca llega el que uno espera. ¿Será que el hombre ideal de cada quien sale del corazón? ¿Tienes tú el hombre ideal a tu lado?

jueves, agosto 13

La salud, la enfermedad y el sistema energético

Alguna vez has sabido sobre el caso de alguna persona que aparentemente estaba sana y saludable e incluso le habían practicado exámenes de laboratorio recientes con buenos resultados y de pronto enfermó gravemente sin aviso ni causa aparente... Esto tiene explicación... Aunque no lo creas, lo primero que enfermó no fue su cuerpo físico... fue su sistema energético… Si… así como lo lees, primero enfermaron las energías, es decir, las enfermedades primero existen en un plano energético... y si no son tratadas a tiempo pasan o se materializan en el cuerpo físico. ¿Qué pasa después? que si el sistema energético de la persona continúa sin ser tratado con terapias energéticas, sencillamente la enfermedad seguirá incrementándose en el cuerpo. Este incremento lo explica muy bien la física cuántica cuando dice que todo objeto móvil a una velocidad determinada y una dirección determinada tiende a permanecer en esa dirección y esa velocidad hasta que haya una fuerza que lo saque de dicho estado, es decir, cruzarse de brazos para esperar la sanación no ayudará mucho, a menos que se tomen acciones contundentes. Es por ello que las terapias alternativas ven al ser humano como un “todo” (alma, cuerpo y espíritu) y se basan en el tratamiento de las energías, que son lo mas importante de la cúspide biológica del ser humano. Una vez instalada la enfermedad en el organismo las terapias energéticas ayudaran al ser humano a recobrar su salud, ya que en un sistema energético sano, la enfermedad no consigue asidero para continuar manifestándose en el cuerpo físico, y de la misma forma como inicialmente el sistema energético transmitió energía enferma al organismo, de esa misma forma ese sistema energético en la medida que vaya sanando irá transmitiendo energía sana al organismo, lo cual beneficiará profundamente y se verá reflejado en su salud. Es por eso que terapias energéticas como por ejemplo el Reiki que van a la raíz de la enfermedad (al sistema energético) y no solo a los síntomas (que serían la manifestación de la enfermedad), son un gran apoyo para devolver la salud al organismo. Por ejemplo, una diabetes, hipertensión, etc, son manifestación del problema de fondo, pero no son la enfermedad propiamente. Es por todo esto que las terapias energéticas o vibracionales además de ayudar a recobrar el estado de armonía y salud vital, forman parte de la medicina PREVENTIVA, por ello la debemos recibir todos; enfermos y sanos, creyentes e incrédulos, etc. Pongo amorosamente a disposición la aplicación de terapia alternativa REIKI. Me puedes contactar por el telf. 0412 9537491 Gustosamente te atenderè personalmente. Consulta Bs.F.100,oo

martes, julio 7

El desayuno hace la diferencia

El desayuno hace la diferencia By SALOMON JAKUBOWICZ, MD Especial/El Nuevo Herald En las mañanas, las personas con sobrepeso están apuradas o no les provoca comer, así que el pobre cerebro tiene que ponerse en emergencia. Suena el despertador y el cerebro empieza a preocuparse: ''Ya hay que despertarse y nos comimos todo el azúcar que funcionaba como combustible''. El cerebro descubre la gravedad de la situación cuando la muchacha decide (equivocadamente) evitar el desayuno porque quiere bajar de peso con una dieta. Llama a la primera neurona que tiene a mano y manda un mensaje a ver qué disponibilidad hay de azúcar en la sangre. Desde la sangre le responden: ``Aquí hay azúcar para unos 15 a 20 minutos, no más''. El cerebro hace un gesto de duda, y le dice a la neurona mensajera: ''De acuerdo, vayan hablando con el hígado a ver qué tiene en reserva''. En el hígado consultan la cuenta de ahorros y responden que ``a lo sumo los fondos alcanzan para unos 20 a 25 minutos''. En total no hay sino cerca de 290 gramos de azúcar; es decir, alcanza para 45 minutos, tiempo en el cual el cerebro ha estado rogándole a todos los santos a ver si a la chica se le ocurre desayunar. En las mañanas, las personas con sobrepeso están apuradas o no les provoca comer, así que el pobre cerebro tendrá que ponerse en emergencia: ``Alerta máxima: nos están tirando un paquete económico. Cortisona, hija, saque lo que pueda de las células musculares, los ligamentos y hasta el colágeno de la piel''. La cortisona pondrá en marcha los mecanismos para que las células se abran cual cartera de mamá comprando útiles, y dejen salir sus proteínas. Estas pasarán al hígado para que las convierta en azúcar. El proceso continuará hasta que volvamos a comer. Como se ve, quien cree que no desayuna se está engañando: Se come sus propios músculos, se autodevora. La consecuencia es la pérdida de los músculos, y un cerebro que, en vez de ocuparse de sus funciones intelectuales, se pasa la mañana activando el sistema de emergencia para obtener combustible y alimento. Empiezan los síntomas de falta de energía y depresión. ¿Cómo afecta eso nuestro peso? Al comenzar el día ayunando, se pone en marcha una estrategia de ahorro de energía, por lo cual el metabolismo disminuye. El cerebro no sabe si el ayuno será por unas horas o por unos días, así que toma las medidas restrictivas más severas. Por eso, si la persona decide luego almorzar, la comida será aceptada como excedente, se desviará hacia el almacén de ''grasa de reserva'' y la persona engordará. La razón de que los músculos sean los primeros en ser utilizados como combustible de reserva en el ayuno matutino se debe a que en las horas de la mañana predomina la hormona cortisona, que estimula la destrucción de las proteínas musculares y su conversión en azúcar. En vez de ser convertidos en azúcar, los músculos deberían obtener el azúcar y calorías ingeridas con los alimentos Lo peor ocurre cuando llega la tarde, justo antes de quedarnos totalmente sin azúcar. El cerebro, antes de perder totalmente los ahorros de energía, decide provocar intensos ataques de hambre y aumento del apetito llevando a la persona a sentir intensos deseos por alimentos dulces, y sin poder evitarlo empieza a comer con ansiedad todo lo que encuentra a su paso, motivando a engordar otra vez. Por último, como los alimentos ingeridos con ansiedad en la tarde y la noche provocan que en la mañana del día siguiente no apetezca comer el desayuno, se vuelve al principio de este círculo vicioso.• El autor es un investigador y endocrinólogo radicado en Caracas, Venezuela.

martes, mayo 12

¿Quieres bajar de peso? Desayuna bien

Los nutricionistas coinciden en que esta comida es la más importante del día para tener una dieta balanceada.

Un hábito que muchos usan para bajar de peso es cortar alguna de las comidas. Y ninguna más fácil que el desayuno, hora en la que todos andan de carreras para llegar a tiempo al trabajo. Pero la evidencia científica muestra que no hacerlo o comer uno muy frugal puede lograr el efecto contrario.

Daniela Jacubowicz, del Hospital de Clínicas Caracas, ha visto cómo en 15 años sus pacientes han logrado bajar de peso con una dieta en la cual el desayuno es la comida más importante y con mayor porcentaje de calorías y carbohidratos del día. El año pasado, Jacubowicz presentó un estudio en el que demostró esta teoría. Para el trabajo, la científica dividió sus pacientes en dos grupos que debían seguir una dieta integral con carbohidratos, proteínas y frutas, ambas muy parecidas en cuanto a número de calorías, pero diferente en la distribución de los carbohidratos. El primer grupo tuvo al desayuno 290 calorías, mientras el segundo 610.

Aunque en un comienzo al grupo que le correspondió el desayuno con menos calorías y carbohidratos le fue mejor en la dieta que al otro (perdieron 28 libras contra 23), a los ocho meses los que tenían el desayuno más abundante seguían disminuyendo de peso mientras que los otros habían vuelto a aumentar. Al final los que comieron un desayuno más completo perdieron el 21 por ciento de su peso corporal, y los otros apenas, 4,5 por ciento.

La explicación es sencilla. El desayuno busca romper el ayuno de la noche, que en promedio es de ocho horas. Cuando no se hace habitualmente, el cuerpo lo interpreta como una señal de hambruna y reduce su metabolismo para gastar lo menos posible. A la hora del almuerzo el organismo, que ya lleva más de 12 horas sin alimento, empieza a sentir hambre y a pedir comida. En esas circunstancias, la persona no va a preferir la lechuga o la manzana, sino las papas fritas, el pedazo de ponqué o cualquier otro alimento rico en carbohidratos, para saciar sus necesidades. Y todo ese exceso de comida se guarda como grasa. "Es una economía de recursos para futuros ayunos", dice Claudia Angarita, nutricionista y directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni).

Cuando la gente desayuna bien, y bien significa una fruta, una harina, una proteína y una bebida con leche, el organismo se estimula. "Esa comida es la chispa para prender el metabolismo", señala Angarita. Según los estudios de Jacubowicz, el buen desayuno es duradero, pues una persona que lo toma habitualmente tiene menos probabilidad de tener hambre entre comidas y menos ansias por carbohidratos que quienes no lo hacen. Sus hallazgos han sido ratificados por sociedades médicas en el mundo, como el British Nutrition Foundation. Para la nutricionista Marcia Polo, además, es más factible que al desayuno una persona garantice la ingesta de todos los grupos de alimentos. "Es la comida que la mayoría puede controlar, pues se hace en casa y por eso debería ser la más consciente", sostiene.

Lo anterior no sólo indica que el desayuno es importante para mantener el peso ideal, sino que quitar los carbohidratos de la alimentación diaria no es un buen método para reducir de peso. La gente que se priva de estos experimenta una baja drástica en un primer momento, pero no es capaz de sostenerla en el tiempo. Porque el cuerpo, tarde o temprano, pasará su cuenta de cobro.

miércoles, marzo 25

Por qué algunas comidas “explotan” en tu estómago

La comida es necesaria para el cuerpo. Debería de servir a dos propósitos: Suministrar todos los elementos nutricionales necesarios y mantener al balance acido-alcalino de la sangre.
El cuerpo requiere 5 grupos de nutrientes: proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales. Pero en ocasiones la comida que contiene a dichos nutrientes se contradicen los unos a los otros.
Por eso existe el término “combinación de alimentos” que explica las formas de alimentarse sin que se cause conflicto al organismo. Hay muchas combinaciones alimenticias que pueden enfermar al cuerpo.

Reglas de la combinación de alimentos
Uno puede tener una digestión adecuada solo si se siguen las reglas de la combinación de los alimentos. Si se violan, aun los alimentos de calidad pueden tener efectos adversos en nosotros, como resultado de la descomposición en el tracto digestivo. Por ejemplo, en el estómago no existe enzima alguna que pueda digerir los carbohidratos. Los carbohidratos se digieren o en la boca o en el tracto digestivo. Por otro lado, la digestión de las proteínas sí tiene lugar en el estómago. Ahora consideremos una comida que tiene grandes cantidades de carbohidratos y de proteínas. Si se mastica lo suficiente, entonces las enzimas de la saliva en la boca hacen una digestión parcial de los carbohidratos. PERO si la comida se deglute sin masticarla lo suficiente, los carbohidratos permanecen sin digerir en el estomago, mientras que las proteínas son digeridas ahí. Por lo tanto producirán materiales tóxicos.
Para evitar en lo posible que los alimentos te caigan “como bomba” sigue las siguientes recomendaciones:
-Nunca combines carbohidratos con comidas acidas o agrias.
-No consumas cantidades grandes de proteínas junto con alimentos grasosos.
-Alimentos ricos en proteínas no deben consumirse junto con frutas acidas.
Si sigues las anteriores combinaciones alimenticias, evitaras la formación de materiales tóxicos en tu cuerpo.
Debes seguirlas, especialmente si siempre te sientes débil o seguido tienes problemas de tipo digestivo (indigestión, reflujo, diarreas).

miércoles, marzo 11

Tomar café te deshidrata: ¿Mito o realidad?

Durante mucho tiempo se ha dicho que tomar café y otras bebidas con cafeína te deshidratan, y que no deben tomarse en cuenta para llevar el control de cuanto liquido tomas al día.
De hecho, hay gente que dice que por cada taza de café que tomes, debes de tomar un vaso de agua. Todos sabemos que la cafeína es diurética nos hace ir al baño)pero… ¿deveras hace que nuestro cuerpo baje su nivel de líquidos?
El investigador Lawrence A. Armstrong, profesor de fisiología del ejercicio de la Universidad de Connecticut en Estados Unidos, ha publicado un estudio titulado “Caffeine, Body Fluid-Electrolyte Balance, and Exercise Performance” en el cual desmitifica la noción de que las bebidas con cafeína nos roban nuestros líquidos.
Revisando investigaciones anteriores sobre el tema, él concluye que si bien la cafeína, al igual que el agua, es un diurético suave (incrementa la excreción de orina), el consumo moderado de cafeína NO produce un desbalance electrolítico que pudiera afectar a la salud o el desempeño del cuerpo en el ejercicio. Más aun, retenemos la misma cantidad de líquido después de tomar café que después de tomar la misma cantidad de agua.
Y aun mejores noticias para los amantes del café, es que aquellas personas con tolerancia a la cafeína tienen menores probabilidades de sufrir de un desbalance en los electrolitos. Mientras más regular es tu hábito de tomar café, tu cuerpo es más hábil para retener los líquidos balanceados con los electrolitos correspondientes.
En conclusión, el consumo moderado del café NO te va a deshidratar, y por el contrario,te ayudará a alcanzar tu meta diaria de consumo de líquidos.
Saca tus propios anàlisis

viernes, febrero 27

Reducir calorías es la clave para bajar de peso

¿Qué conviene más, una dieta baja en grasas, baja en carbohidratos o rica en proteínas? La clase de dieta no importa, dicen los científicos.
Todo lo que cuenta realmente es reducir las calorías y ser constante, según un estudio federal que observó a los sujetos durante dos años.

Sin embargo, los participantes tuvieron dificultades para atenerse a un solo método mucho tiempo y la pérdida de peso fue modesta para la mayoría.

A medida que aumenta el porcentaje de obesos, millones de personas han apelado a dietas populares como Atkins, Zone y Ornish que esgrimen los beneficios de un nutriente sobre otro.

Algunos estudios habían hallado que las dietas bajas en carbohidratos, como Atkins, dan mejor resultado que una tradicional baja en grasa. Pero las nuevas investigaciones descubrieron que la clave para adelgazar es atenerse a la regla básica: abajo las calorías.

"El secreto es que no interesa si uno se concentra en reducir las grasas o los carbohidratos", dijo la Dra. Elizabeth Nabel, directora del Instituto Nacional Cardíaco, Pulmonar y Hematológico, que financió la investigación. Agregó que limitar el consumo de calorías y quemar más calorías con ejercicio es la clave.

El estudio, que aparece en la edición del jueves de la New England Journal of Medicine, fue conducido por la Escuela de Salud Pública de Harvard y el Centro Pennington de Investigación Biomédica en Luisiana.

Los investigadores asignaron al azar a 811 adultos excedidos de peso a cuatro dietas, cada una de las cuales contenía diferentes niveles de grasas, proteínas y carbohidratos. Las cuatro contenían grasas saludables, eran ricas en granos integrales, frutas y verduras y bajas en colesterol.

Unos dos tercios de los participantes eran mujeres. A cada uno se le estimuló a que perdiera 750 calorías diarias con su dieta, que se ejercitara 90 minutos diarios, mantuviese un diario alimentario en Internet y se reuniera regularmente con asesores en nutrición para controlar sus progresos.

Ninguna de las dietas fue mejor que otra: la reducción de peso y en tamaño de cintura fueron similares en todos los grupos.

Los participantes bajaron un promedio de 6 kilogramos (13 libras) a los seis meses, pero todos los grupos empezaron a subir de peso después de un año. A los dos años, la pérdida de peso promedio había bajado a 4 kilogramos (9 libras). Sólo el 15% bajó el 10% o más de su peso inicial.

jueves, febrero 26

Una buena dieta debe ser...

Una buena dieta debe ser alta en fibra pero baja en calorías y grasas saturadas
Los defensores de varias dietas argumentan que la suya es la mejor y la más saludable forma de perder peso,y un nuevo estudio sugirió que muchas de esas alternativas son efectivas.

Los resultados de la investigación mostraron que las personas que desean hacer dieta deberían optar por el programa de pérdida de peso con el que se sientan más cómodos, siempre que tenga alto contenido de fibra y bajos niveles de calorías y grasas saturadas, informó Reuters.

"No puede fallar", dijo en una entrevista telefónica el doctor Frank Sacks, de la Escuela de Salud Pública de Harvard, cuyo estudio fue publicado en New England Journal of Medicine.

"Nuestro punto es: escoja una dieta que sea buena para su corazón y tenga un amplio rango de lo que puede comer. Luego simplemente sea razonable con la ingesta. Si necesita perder peso, coma menos", agregó el experto.

Más de 800 voluntarios estadounidenses, que tenían sobrepeso u obesidad, fueron asignados a una de cuatro dietas.

Dos eran de bajo y dos de alto contenido en grasa. Dos implicaban elevado y dos bajo consumo de proteína. Los niveles de carbohidratos variaban entre un 35 por ciento y un 65 por ciento de la dieta.

A todos los pacientes se les pidió que realizaran 90 minutos de ejercicio moderado por semana y todos recibieron asesoramiento alimentario.

Los voluntarios fueron seguidos durante dos años, que es un lapso mucho mayor al de la mayoría de los estudios previos sobre dietas.

La pérdida de peso promedio fue de 4 kilos y las personas solieron perder 5 centímetros de cintura, más allá del tipo de dieta que seguían.

"No hay una dieta especial que sea mejor que cualquier otra para bajar de peso", dijo Sacks.

"Mientras sea saludable para uno, alta en grasas insaturadas y cereales integrales y fibra y baja en comida chatarra, carbohidratos y alimentos grasos, cualquiera de estas variaciones estará bien para adelgazar", añadió el autor.

Sacks dijo que los resultados "no pondrán contentos a los defensores de una dieta especial pero son una buena noticia para la mayoría de las personas".

En todas las dietas, la pérdida de peso en su momento cúspide es a los seis meses. Después de un año, los voluntarios tendieron a comenzar a recuperar algunos kilos.

Las personas que perdieron el 10 por ciento de su peso corporal tenían un menor riesgo de enfermedad cardíaca y otros problemas del corazón. Sacks manifestó que fue alentador que el 15 por ciento de los voluntarios adelgazaran a ese nivel.

miércoles, febrero 18

Todos podemos aprender a ser flacos

Contar calorías o evaluar los números de centímetros y balanzas no son las únicas constantes matemáticas que rigen la vida de Alberto Cormillot (70): su pasión es estrictamente proporcional al incansable ritmo que lleva. De acá para allá, por su clínica ubicada en el barrio de Núñez, el médico anda con su sonrisa a flor de piel y una colación a mano. Mientras tanto, en la sala de espera, varias personas obesas aguardan adelgazar y cambiar de vida, como lo vieron por tevé. Es evidente que el programa Cuestión de peso trajo toneladas de satisfacción: ayudó a decenas de participantes, aceleró la sanción de la Ley de obesidad en Argentina e instaló el tema de la gordura y la alimentación con honestidad y sensatez, educando a millones de televidentes. Porque –asegura el Dr. Cormillot– todo es cuestión de enseñar y aprender: “Hoy sabemos que el comer consciente y la neuroplasticidad son los nuevos pilares. Se trata de recientes descubrimientos en materia de obesidad, nutrición y neurofisiología. En el aprendizaje de nuevos esquemas mentales está el secreto para perder peso y mantenerse. Hacer las paces con el cuerpo es posible”, explica.
¿En qué consiste ese aprendizaje? La gente sabe cómo perder peso, pero a la larga la mayoría fracasa. Eso es porque, si no los ayuda un profesional, van a sobrevivir en ellos hábitos de gordos. La neuroplasticidad plantea que si uno pone en práctica esquemas mentales más saludables una y otra vez, a la larga se aprenden y dejan de lado los viejos malos hábitos.
¿ Y cómo funciona la neuroplasticidad? Es la capacidad del cerebro de generar nuevas conexiones entre neuronas, que envían neurotransmisores entre sí organizando redes. Esas redes van a delinear la conducta individual: el periodista tiene la red de hacer entrevistas, el futbolista la de meter goles y así. Se llaman “sinapsis”, y sólo sobreviven aquellas que el cerebro usa. Las que no, se duermen o desaparecen. El cerebro se adapta, es elástico. Pero un gordo tiene todo el sistema alterado, falla la conexión entre el cerebro y el estómago. Una vez que se programa para ser gordo, es muy difícil que eso cambie aun cuando pierda peso. ¿Entonces, cómo influye ese esquema en la obesidad? Las redes neuronales hacen que el gordo se vaya acostumbrando a serlo: deja de usar determinada ropa, de mirarse al espejo, de pesarse… Y tiene una contradicción: a lo mejor dice: “No voy a comer nunca más” y al rato compra una empanada. Es que todo el tiempo recibe mensajes contradictorios que le destruyen la sinapsis de la racionalidad. Se le dice que tiene que bajar de peso rápido, que con una dieta restrictiva le va a cambiar la vida. Pero él sabe, internamente, que no es cierto. La única manera de crear nuevas redes es con un plan negociado y seguimiento profesional.
¿De dónde vienen esos mensajes contradictorios? La mayoría desde afuera: vecinos, amigos, conocidos, medios de comunicación. Todo el mundo ve en el Parkinson algo serio, pero a la obesidad muchas veces no se la acepta como enfermedad. Al gordo se le dice que vaya a ver a un gurú, mientras que a alguien que tiene cataratas se le aconseja ir al oftalmólogo. Es muy peligroso, pero está instalado así: en el tema obesidad se puede decir cualquier cosa, mientras que en cardiología o pediatría no.
¿Por qué pasa eso? Porque como todo el mundo come, todos creen que pueden hablar de comida. Una locura. Así nace la ignorancia creativa: cuanto menos se sabe sobre determinado tema, más cosas se pueden inventar acerca de él. Entonces a alguien se le ocurre que un vaso de agua con limón en ayunas ayuda a perder peso y el consejo se extiende, aunque científicamente no tenga razón de ser.
¿El boca a boca alimentario siempre es malo? No, no siempre, porque en muchos casos opera el sentido común y puede ayudar. El problema es que todos opinan qué comer y se deja de lado que cada caso es único.
Pero si uno sabe más o menos lo que tiene que comer… ¿Por qué fallamos? Porque operan viejos circuitos. La neuroplasticidad plantea que si uno practica y practica una disciplina, finalmente va a aprenderla. Entonces el tratamiento contra la obesidad consiste en enseñarle al gordo a que repita conductas hasta que le salgan automáticamente. Es como andar en bici: te caés y te caés, hasta que un día salís andando. Muchos creen que una vez que adelgazan ya está, se curaron. Entonces puede venir la recaída. Hay que asumir que la obesidad es una enfermedad para toda la vida y por eso es tan importante aprender a dejar de ser gordo.
¿Se contempla el error como algo bueno? El error es básico y hace bien. El tema es la repetición: todos podemos aprender a ser flacos, pero necesitamos una guía y mucha conducta. La persona con sobrepeso es trucha: todos los lunes empieza a hacer dietas heroicas que nunca pasan del miércoles. Es un autoengaño que justifica el atracón que vendrá después.
“SI SEGUIMOS ASI, VAMOS A EXPLOTAR”. Su mensaje es claro, pero su despacho esconde una intriga tras otra: hay desde libros científicos, hasta cuentos y novelas fantásticas; pasando por réplicas egipcias, fotos, souvenirs de viajes y hasta juguetes de peluche. Incluso las cenizas de sus padres reposan sobre su escritorio, que desborda de objetos personales. “¿Por qué no voy a tener sus urnas acá? Si los quiero cerca…”, pregunta. Desde siempre, Alberto Cormillot come sano, pero también hace sus “permitidas” de sábados y domingos. “Nunca digo que no a un buen asado. Mi neuroplasticidad fue aprender a bailar. ¡Nunca lo había hecho en sesenta años! Hoy practico tap seis veces por semana y me encanta. Pero ojo, que no soy bueno, eh. Lo que tengo es una paciencia… –cuenta al tiempo que reconoce que los aprendizajes precisan de igual dosis de constancia y dedicación–. No será de un día para el otro, pero la gente puede ir incorporando mejores conductas. Comer con conciencia es fundamental y para eso sirve anotar lo que ingerimos. Pesarse también es importante, porque si uno sube va a comer menos. Al hacer una dieta es vital que los objetivos sean precisos y razonables: no se debe aspirar a bajar cuatros kilos por semana, ni caminar diez cuadras cada tanto”, sostiene el especialista.
Hace casi cincuenta años que te dedicás a la alimentación. ¿Cómo hacés para innovar? Siempre me preocupo por saber qué es lo que le interesa al paciente: a todos no les pasa lo mismo, ni tienen los mismos miedos. Espero ver el caso, porque la obesidad puede ser parecida, pero las personas son distintas. No se puede poner piloto automático y dar siempre las mismas respuestas. Lo más fácil del mundo es recetar sin tener en cuenta si el paciente puede o no hacerlo. El guardapolvo no me habilita a decirle a una persona con sobrepeso que deje de comer: hay que estar muy bien preparado para demostrarle que va a lograr algo que ya intentó miles de veces.
¿Qué pasa con quienes no tienen demasiado sobrepeso? Si no les molesta, nada. El tema es que se sigan pesando, porque hoy a lo mejor son dos kilos, pero si se pierde la conciencia pueden aumentar. La gente cada vez come más y se mueve menos. Y todos los días aparecen nuevas cosas ricas y tentadoras que, en grandes cantidades, hacen mal.
¿Cómo se escribe esta historia hacia adelante? La gordura crece y, si seguimos así, la gente va a explotar. De hecho, muchos ya están explotando: el sobrepeso genera problemas de hipertensión, infartos, diabetes. Las proyecciones son malas: si la situación no cambia, en 2020 habrá en Argentina un 65% de gordos y en 2040 un 96%.
¿Qué es lo que se debe hacer para revertir el problema? Una política que contemple la salud alimentaria con seriedad. Fue muy importante el avance de la Ley de obesidad, porque se trata de una norma revolucionaria, pero todavía falta mucho y habrá que trabajar para ponerla en práctica. Yo creo que el trabajo que hicimos desde la tele, por ejemplo, tuvo su peso. Y que inclinó la balanza: le abrió la cabeza a la gente y demostró que hay muchas personas que atraviesan por lo mismo, y que se puede cambiar. La televisión es una herramienta importante y hay que aprovecharla.
¿Qué fue lo más importante desde tus comienzos hasta ahora? Que se comenzó a ver la obesidad como una enfermedad crónica. Y que se instaló que no hay que fanatizarse con las dietas, sino apelar al sentido común y descreer de las soluciones mágicas. Además, se propició el placer a la hora de comer para no pagar consecuencias. Conozco gente que se la pasó años subiendo y bajando de peso por negarse a un tratamiento serio. Lo importante es entender que bajar de peso es un proceso y no un acto.