martes, octubre 18

Garbanzos, efectivos como el Prozac

Además de liberarnos del colesterol, produce serotonina, la hormona de la felicidad, lo mismo que en los antidepresivos: 

Jerusalén - El consumo de garbanzos, en Oriente Medio cocinados como un potaje popular llamado 
'húmus', produce una buena sensación y hasta la felicidad a quienes lo ingieren, según un estudio de investigadores israelíes. 
Produce serotonina, la hormona de la felicidad. 
Los consumidores no pueden explicar el estado de bienestar que les causa un plato de 'húmus' 
regado con aceite de oliva y salpicado con pimentón. 
Pero ahora se sabe por qué, dijo a Efe el arqueólogo Abi Gofer, que participó en la investigación junto
con otros tres científicos. 
La causa de esa sensación es que contiene un aminoácido conocido como triptofen que, en buena 
cantidad, produce serotonina, una sustancia benefactora. 
Un plato de 'húmus' satisface con creces el apetito y nos ayuda a dormir, indicó Gofer. 

El investigador añadió que, en el caso de las mujeres, 'contribuye a la ovulación y que queden 
embarazadas con mayor rapidez'. 
El garbanzo, un producto de la tierra que genera miles de millones de dólares en los países donde se consume, 'es comparable con el trigo' por su importancia alimentaria, con un lugar en la historia 
'que se remonta a 10.000 años', acotó. 
El equipo de investigadores incluyó al doctor Zohar Kerem, experto en alimentación; al botánico 
Simja Lev Idón y al jefe del curso de genética de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shájal Abo. 

Los científicos llegaron a la conclusión de que el garbanzo cultivado, a diferencia del salvaje, contiene 
más serotonina. Lo mismo que en los antidepresivos. Los productores que escogieron y cultivan la especie más conocida no lo hicieron por mera casualidad, aunque no entendieran científicamente por qué su ingestión les producía bienestar y una sensación de calma. 

El mismo aminoácido del garbanzo que causa la segregación de la serotonina, es el que emplea la farmacología moderna para producir el popular antidepresivo Prozac. 
En general, israelíes y árabes suelen comer a diario 'húmus' acompañado con encurtidos y lo untan 
en el pan pita, sin miga, junto con una pasta preparada con semillas de sésamo, la 'tejiniya'. 
El profesor Gofer comentó que el precio y las ventas del garbanzo en el mercado podrían multiplicarse
en miles de millones de dólares si fuesen enriquecidos por medio de la moderna genética vegetal. 
Entre los grandes consumidores de garbanzos, además de los pueblos de Oriente Medio, se 
encuentran la India y Australia. 

Fuente: http://libertadpreciadotesoro.blogspot.com/2009/10/garbanzos-tan-ef... 

Personalmente encontre una receta maravillosa, se llama Humus, y la comen arabes, judios y griegos, 
todas son iguales solo pequeñas diferencias, y hasta a los chicos le gusta. 
Puebenla es muy buena. 

Ingredientes: 
* Garbanzos 
* El zumo de medio limón 
* Ajo 
* Aceite de oliva 
* Pimienta negra molida 
* Comino 
* Pimentón dulce (o picante, según gustos) 

Preparación: 
Tiempo estimado: 30 minutos 
* Los garbanzos se tienen que poner a remojo el dia anterior (con Bicarbonato de Sodio, para que se 
le salga toda la piel y evitar malos momentos de Aeofagia o flatulencias)  
* Primero cocer los garbanzos y una vez cocidos los ponemos en la batidora, con un chorro de aceite,el zumo de limón, comino, ajo y lo batimos todo bien 
* Para que no quede excesivamente espeso le podemos echar un poco de caldo de cocer los 
garbanzos 
* Debe quedar bastante espesito, más que una crema 
* Cuando ya lo tenemos lo ponemos en un plato extendido (vamos que no sea una montaña de 
 humus), le echamos un chorro de aceite de oliva y el pimentón que puede ser dulce o picante 
* Se come acompañado de pan de pita o también con verduras, como zanahoria o apio 

Tambien se le agrega Tahine (pata de sesamo) que lo hace mas suave, digerible y apetitoso. 


Fuente: http://www.tusrecetasdecocina.com/receta-de-humus.html
En relación con las propiedades nutritivas
El principal componente de los garbanzos son los hidratos de carbono, siendo el almidón el más abundante. El aporte proteico es importante, aunque no destaca en este nutriente respecto al resto de las legumbres secas. Además, se trata de proteínas incompletas por déficit del aminoácido esencial metionina. Su contenido en lípidos es mayor que en el resto de legumbres, destacando la presencia de ácido oleico y linoleico, ambos insaturados. 
Por otro lado, aporta una cantidad importante de fibra. Con todo ello, el valor calórico del garbanzo es mayor al resto de la media de las legumbres secas. En cuanto a vitaminas y minerales, destaca el elevado contenido de folatos, tiamina o vitamina B1, calcio, fósforo, hierro, potasio y magnesio.

Debido a su riqueza en hidratos de carbono complejos, el consumo de garbanzos supone un aporte lento de glucosa (substrato energético), por lo que resulta un alimento adecuado en caso de fuertes esfuerzos físicos y también como componente de la dieta de personas diabéticas. 

Pero para ello se precisa de una buena masticación y ensalivación, ya que de lo contrario resultará indigesto. Por su escaso contenido en sodio se pueden incluir en dietas de control de la hipertensión y presentan un marcado efecto diurético. Sin embargo, hay que tener en cuenta que los que se comercializan en conserva incorporan mucha sal.

El elevado contenido en fibra facilita el tránsito intestinal, por lo que resulta idóneo en caso de estreñimiento. Además, la fibra contribuye a reducir los niveles de colesterol sanguíneo. Sin embargo, este elevado aporte de fibra no resulta adecuado para personas con tendencia a acumular gases en el estómago y en el intestino, o para aquellas que tengan el intestino delicado (colitis). En estas situaciones, se puede optar por consumir los garbanzos eliminándoles la piel mediante un pasapuré, una vez cocinados. A pesar de que las proteínas que aportan los garbanzos son incompletas desde el punto de vista nutritivo, hay que tener en cuenta que cualquier cereal, como el trigo (un trozo de pan) o el arroz, que se consuma conjuntamente con los garbanzos, compensan la carencia relativa del aminoácido metionina. La combinación de legumbre y cereal, por tanto, proporciona una proteína de excelente calidad biológica.

Los garbanzos contienen muchas calorías, fibra, hidratos de carbono (glúcidos), proteínas, grasas y cenizas. No son aconsejables para dietas adelgazantes. Los garbanzos contienen: -Vitaminas: E.-minerales: potasio, fósforo, calcio, magnesio, sodio.-Otros: ácido fólico. Antioxidante, metionina.

Recomendado para: Reduce el colesterol.- Tránsito intestinal.- Diabetes.- Anemia.- Problemas de Colón.- Crecimiento- anticancerígeno.- Diurético.- Hipertensión.- Reconstituyente.- No es recomendable para: problemas de flatulencias, colitis, problemas Intestinales.

Desórdenes menstruales. Tomar el agua en que han sido hervidos los garbanzos, para corregir la menstruación.

Vejiga. Preparar en infusión 40 gramos de las hojas de esta planta por cada 1/2 litro de agua. Tomar buena cantidad durante el día.

Diurético. Para aumentar la orina, tomar el té de las hojas en una preparación de 3 gramos de la planta en 100 de agua.

Abscesos. Aplicar un cataplasma hecho con la harina de los garbanzos.

Produce serotonina, la hormona de la felicidad
Los consumidores no pueden explicar el estado de bienestar que les causa un plato de "humus" regado con aceite de oliva y salpicado con pimentón.

Pero ahora se sabe por qué, dijo a Efe el arqueólogo Abi Gofer, que participó en la investigación junto con otros tres científicos.

La causa de esa sensación es que contiene un aminoácido conocido como triptofen que, en buena cantidad, produce serotonina, una sustancia benefactora.

Un plato de "húmus" satisface con creces el apetito y nos ayuda a dormir, indicó Gofer.

El investigador añadió que, en el caso de las mujeres, "contribuye a la ovulación y que queden embarazadas con mayor rapidez".

El garbanzo, un producto de la tierra que genera miles de millones de dólares en los países donde se consume, "es comparable con el trigo" por su importancia alimentaria, con un lugar en la historia "que se remonta a 10.000 años", acotó.

El equipo de investigadores incluyó a Zohar Kerem, experto en alimentación; al botánico Simja Lev Idón y al jefe del curso de genética de la Universidad Hebrea de Jerusalén, Shájal Abo.
Los científicos llegaron a la conclusión de que el garbanzo cultivado, a diferencia del salvaje, contiene más serotonina.