jueves, octubre 6

Carta de tu Amante Interior

Carta de tu Amante Interior

Amada alma mía.
Soy yo. Tu amante secreto.
Tu amante sin nombre.
Tu amante sin cuerpo.
Quien sólo desea tu bien
aunque no puedas verlo.
Quien está siempre a tu lado
aunque no puedas sentirlo.

Amada alma mía.
Soy yo.
Tu amante secreto
Sólo quiero mandarte mi amor
sin esperar otra cosa a cambio
que tu propia alegría.
Sin desear otra cosa
que tu felicidad que es la mía.

Si me buscas fuera
No podrás encontrarme
Si necesitas mis datos
no puedo dártelos
Porque no tengo nombre
Porque no tengo cuerpo
Ni identidad alguna que ofrecerte.

Sólo soy una gota de luz viajando
desde las profundidades de tu alma
Queriendo llegar a tu corazón
para llenarlo de dicha
para llenarlo de paz
para llenarlo de serena calma
de certeza y seguridad.

Solo soy una gota de luz viajando
desde las profundidades del espacio
hasta las cimas de tu conciencia
para iluminarte de una forma plena.

Amada alma mía.
Soy yo
Tu Amante Secreto
Tu amante perfecto.
Tu amante sin nombre
Tu amante sin cuerpo.

No me importa a quien ames
No me importa con quien salgas
No me importa en quien pienses
Ni a quien estés deseando
porque siempre te amaré
sin esperar otra cosa a cambio
que esa felicidad tuya
que la siento tan mía.

Yo soy tu amante secreto,
sólo quiero que seas dichosa,
que sientas que en algún lugar de la noche
hay alguien que piensa en ti
que nunca estás sola
que siempre hay alguien que quiere ayudarte,
que dejes atrás las dudas,
los temores,
las sombras
porque nunca nunca estás realmente sola.
porque yo siempre estoy contigo,
tu amante secreto,
tu amante sin nombre,
tu amante sin cuerpo.

No me busques entre tus amistades
ni entre los que crees que te aman
ni entre los que sientes afecto.
Nunca podrás encontrarme fuera de ti
porque yo soy tu amante secreto
vivo dentro de ti
y sin ti
no soy.

Soy tu amante secreto
tu amante sin rostro, sin nombre,
sin forma definida,
tu amante sin cuerpo.

Tú eres mi musa
Mi diosa
Mi cuerpo.

Sólo quiero que entre todos los seres
que en tu corazón viven,
me hagas un pequeño hueco.
Para cuando estés sola
para cuando estés triste
para cuando me necesites.

Entonces piensa en mí
entonces piensa en ti.

No importa la distancia
no importa el peligro
no importa el tiempo.
Siempre estaré a tu lado
porque tú y yo estamos hechos con el mismo rayo
de infinito universo.

Yo soy tu amante secreto
nunca podrás verme,
no tengo forma,
no tengo cuerpo.
Sólo soy la luz del amor buscando anidar en tu corazón.
Para poder amarte
para que puedas amar
para poder darte fuerza siempre que la necesites
para que seas libre
para que seas consciente
para que en la vida puedas jugar fuerte.

Yo soy tu amante secreto
y aunque no puedas verme,
cada vez que mires en tu corazón
cada vez que de verdad me necesites,
yo estaré siempre contigo,
siempre.
Sólo tienes que llamarme,
sólo tienes que invocarme
y yo te daré mi fuerza,
te daré mi luz
para que tú seas fuerte.

Amada alma mía
Soy yo,
quien llama en tu corazón,
tu amante sin nombre,
tu amante secreto.
Vivo dentro de ti
y sin ti
no soy.


© Francisco Torres Perales
http://escueladeamor.com

domingo, octubre 2

Las amigas curan

Las amigas curan
Interesante descubrimiento: 
Un estudio publicado por la Universidad de Los Ángeles, California, indica que la amistad entre mujeres es verdaderamente especial. Se descubrió que las amigas contribuyen al Fortalecimiento de la identidad y protección de nuestro futuro. Constituyen un remanso en medio del mundo real lleno de tempestades y obstáculos. 
Las amigas nos ayudan a llenar los vacíos emocionales de nuestras relaciones con los hombres y nos ayudan a recordar quienes somos realmente. Después de 50 años de investigaciones, se identificó que existen sustancias químicas producidas por el cerebro que ayudan a crear y mantener lazos de amistad entre las mujeres.
Los investigadores, hombres en su mayoría, se sorprendieron con los resultados de los estudios. Cuando la hormona OXITOCINA es liberada como parte de la reacción de las mujeres frente al estrés, ellas sienten la necesidad de proteger a sus hijos y de agruparse con otras mujeres; cuando pasa eso, se produce una cantidad aún mayor de oxitocina, que reduce el estrés más agudo y provoca un efecto calmante.
Estas reacciones no aparecen entre los miembros del sexo masculino porque la testosterona que los hombres producen en altas cantidades, tiende a neutralizar los efectos de la oxitocina; mientras que los estrógenos femeninos aumentan la producción de esta hormona
Después de repetidos estudios, se demostró que los lazos emocionales existentes entre las mujeres que son amigas verdaderas y leales, contribuyen para una reducción de riesgos de enfermedades ligadas a la presión arterial y colesterol. Se cree que ésta puede ser una de las razones de que las mujeres vivan generalmente más que los hombres. Las mujeres que no establecen relaciones de amistad con otras mujeres, no muestran los mismos resultados en su salud. 
Así que tener amigas nos ayuda no solamente a vivir más, sino también a vivir mejor. El estudio sobre la salud indica que cuantas más amigas tenga una mujer, mayor es la probabilidad de que llegue a vieja sin problemas físicos y llevando una vida plena y saludable. 
En este mismo estudio se observó también cómo las mujeres superan los momentos críticos (como la muerte del cónyuge ó de los padres) y se Percibió que las mujeres que pueden confiar en sus amigas reaccionan sin enfermedades graves y se recuperan en un lapso menor que aquéllas que no tienen en quien confiar. El estudio concluyó que la amistad entre las mujeres constituye una fuente de fuerza, bienestar, alegría y salud.

La ira


La ira
 
Casi todos hemos tenido oportunidad de ver, en alguna ocasión, una persona dominada por la ira. Su aspecto, sus modales y sus palabras infunden temor y, a la vez, una profunda compasión.
La ira es un sentimiento intensamente negativo, que brota y arraiga fácilmente en el alma de quienes están poseídos de amor propio, de orgullo, de vanidad, y pretenden que quienes lo rodean les obedezcan ciegamente sin contradecir jamás sus deseos, ideas o disposiciones, pues su orgullo los hace sentirse superiores a los demás y con derecho a exigirles obediencia y sumisión. 
Por eso, cuando los hechos o las palabras de otras personas no coinciden con sus ideas, deseos o conveniencias, o simplemente les molestan, toda la fuerza de esos sentimientos negativos estalla, nublándoles la mente e impidiéndoles razonar.
En su ofuscación se sienten atacados, aunque nadie los ataque, e impulsados a tomar represalias por ofensas que, casi siempre, sólo existen en su imaginación.
Cuando más se deja arrastrar una persona por el bajo impulso de la ira, más y más ésta se arraiga en su alma, llenando su vida de rencor y descontento por todo.
Por otra parte, el estado de excitación que la ira provoca en la persona produce en ella un desequilibrio nervioso que además de evidenciarse en su aspecto y ademanes, puede producir trastornos fisiológicos de toda índole en su organismo, originando alteraciones que suelen tener consecuencias muy desagradables.
Todo esto nos demuestra lo perjudicial y hasta funesta que resulta la ira para nuestra alma y para nuestro cuerpo, y lo importante que es evitarla y rechazar, con todas nuestras fuerzas, cualquier asomo de ella.
La ira no brota en el alma de quienes son verdaderamente humildes, de quienes aman a todos, de quienes tratan constantemente de perfeccionarse, sino en el alma de aquellos que, como dije, se aman excesivamente a sí mismos, son orgullosos y se sienten superiores a los demás.
Esto nos demuestra los beneficios de vivir en el amor y en la humildad y, también, la necesidad de analizar permanentemente nuestros pensamientos, sentimientos y reacciones, a fin de eliminar de nuestra alma el amor propio, origen de tantos y tantos males.
Cuando veamos a una persona dominada por la ira, deberemos considerarla como gravemente enferma pues la ira es una grave enfermedad del alma y nuestra reacción no deberá ser de enojo ni de rechazo, sino de amorosa compasión, procurando ayudarle - con nuestros buenos deseos y nuestros buenos pensamientos a dominar esa enfermedad del alma y liberarse de ella.
En esa forma estaremos obrando de acuerdo con la Ley Divina del Amor.