martes, mayo 12

¿Quieres bajar de peso? Desayuna bien

Los nutricionistas coinciden en que esta comida es la más importante del día para tener una dieta balanceada.

Un hábito que muchos usan para bajar de peso es cortar alguna de las comidas. Y ninguna más fácil que el desayuno, hora en la que todos andan de carreras para llegar a tiempo al trabajo. Pero la evidencia científica muestra que no hacerlo o comer uno muy frugal puede lograr el efecto contrario.

Daniela Jacubowicz, del Hospital de Clínicas Caracas, ha visto cómo en 15 años sus pacientes han logrado bajar de peso con una dieta en la cual el desayuno es la comida más importante y con mayor porcentaje de calorías y carbohidratos del día. El año pasado, Jacubowicz presentó un estudio en el que demostró esta teoría. Para el trabajo, la científica dividió sus pacientes en dos grupos que debían seguir una dieta integral con carbohidratos, proteínas y frutas, ambas muy parecidas en cuanto a número de calorías, pero diferente en la distribución de los carbohidratos. El primer grupo tuvo al desayuno 290 calorías, mientras el segundo 610.

Aunque en un comienzo al grupo que le correspondió el desayuno con menos calorías y carbohidratos le fue mejor en la dieta que al otro (perdieron 28 libras contra 23), a los ocho meses los que tenían el desayuno más abundante seguían disminuyendo de peso mientras que los otros habían vuelto a aumentar. Al final los que comieron un desayuno más completo perdieron el 21 por ciento de su peso corporal, y los otros apenas, 4,5 por ciento.

La explicación es sencilla. El desayuno busca romper el ayuno de la noche, que en promedio es de ocho horas. Cuando no se hace habitualmente, el cuerpo lo interpreta como una señal de hambruna y reduce su metabolismo para gastar lo menos posible. A la hora del almuerzo el organismo, que ya lleva más de 12 horas sin alimento, empieza a sentir hambre y a pedir comida. En esas circunstancias, la persona no va a preferir la lechuga o la manzana, sino las papas fritas, el pedazo de ponqué o cualquier otro alimento rico en carbohidratos, para saciar sus necesidades. Y todo ese exceso de comida se guarda como grasa. "Es una economía de recursos para futuros ayunos", dice Claudia Angarita, nutricionista y directora del Centro Colombiano de Nutrición Integral (Cecni).

Cuando la gente desayuna bien, y bien significa una fruta, una harina, una proteína y una bebida con leche, el organismo se estimula. "Esa comida es la chispa para prender el metabolismo", señala Angarita. Según los estudios de Jacubowicz, el buen desayuno es duradero, pues una persona que lo toma habitualmente tiene menos probabilidad de tener hambre entre comidas y menos ansias por carbohidratos que quienes no lo hacen. Sus hallazgos han sido ratificados por sociedades médicas en el mundo, como el British Nutrition Foundation. Para la nutricionista Marcia Polo, además, es más factible que al desayuno una persona garantice la ingesta de todos los grupos de alimentos. "Es la comida que la mayoría puede controlar, pues se hace en casa y por eso debería ser la más consciente", sostiene.

Lo anterior no sólo indica que el desayuno es importante para mantener el peso ideal, sino que quitar los carbohidratos de la alimentación diaria no es un buen método para reducir de peso. La gente que se priva de estos experimenta una baja drástica en un primer momento, pero no es capaz de sostenerla en el tiempo. Porque el cuerpo, tarde o temprano, pasará su cuenta de cobro.