lunes, mayo 23

La oración verdadera ¿Cómo orar para ser escuchado?


La oración según el Budismo es significativamente diferente de lo que es la oración con la que la mayoría de nosotros estamos familiarizados desde nuestra niñez. Si no comprendemos la diferencia, tendremos la tendencia a continuar orando como si estuviéramos tratando de comunicarnos con algún poder externo a nosotros. Con esto, estaríamos tocando solo los aspectos superficiales de un Buda, mientras que en nuestro interior, permaneceríamos conectados a nuestra anterior forma de pensar. Para el Budismo, la fuente o poder está dentro de nosotros. Una oración budista va dirigida hacia nuestro interior. Estamos recurriendo a nuestra propia naturaleza de Buda inherente. Si usted dirige sus oraciones hacia afuera, estas no serán respondidas. Nada pasará. Las oraciones dirigidas hacia afuera no ayudan en nada, aunque se repitan por el resto de su vida. El Daishonin señala estrictamente, que si va a entonar daimoku, no pierda su tiempo intentando arreglar las cosas desde afuera. El gohonzon casi no tiene poder hacia el externo, pero si tiene un universo ilimitado de poder para transformarlo a uno y reformar nuestra vida. Abra su vida y véase realmente tal como es; confróntese y lidie consigo mismo. Por lo tanto, la forma en que oramos, establece la diferencia.

¿Qué significa orar como Devoto del Sutra del Loto?

Un aspecto es que el devoto o practicante del Sutra del Loto lleva a cabo fuertemente tres cosas. Las oraciones no pueden ser respondidas, sino practicamos para otros, si no estudiamos y si no entonamos daimoku al Gohonzon. Cada uno sabe si está haciendo o no el máximo en esas tres áreas. Si su practica, ha perdido el poder de producir beneficios, yo, en su lugar examinaría de inmediato esos tres pilares y me preguntaría: "¿Me estoy esforzando al máximo en mi capacidad de estudio, en la práctica para mi y para los demás? Si Ud. desea movilizar su vida con mayor rapidez, fortalezca estos tres aspectos de su práctica. El Devoto del Sutra de Loto no está buscando beneficios personales sino iluminación y sabiduría para desarrollarse como en Buda. por supuesto, cuando usted manifiesta su budeidad, obtiene beneficios. La oración funciona, definitivamente, pero tiene que ser una oración correcta. La forma en que entonemos daimoku establece una diferencia enorme. Lo que estamos haciendo y pensando mientras entonamos daimoku frente al Gohonzon es lo que decide la diferencia entre unas cuantas gotas de beneficios o un torrente de beneficios absolutamente increíbles. En el Budismo de Nichiren Daishonin debemos entonar Nam Mioho Rengue Kyo basados en un compromiso o promesa. En su verdadera esencia, esta promesa es la de lograr el Kosen-rufu. Significa entonar daimoku resueltamente y con la determinación: "Lograré el Kosen-rufu en mi país. Por lo tanto demostraré una magnifica prueba real en mi trabajo. Haré surgir, de alguna manera mi máximo potencial". Así es como debería ser nuestras oraciones. Por favor, reflexionen sobre el hecho de si están teniendo una actitud Budista o si lo que están tratando de lograr es que algún otro los ayude.
*Greg Martin* Orientación sobre la Oración.

Contemplen el Sol de la Budeidad que existe en su Corazón (sobre el capítulo "Medios hábiles")
Practicar el Sutra del Loto hace que el sol se eleve en nuestro corazón.

Por tempestuosas que sean las circunstancias, cuando el sol resplandece en lo profundo de nuestro ser, en el corazón se descorren los velos y aparece un cielo límpido y azul, como el firmamento luminoso de mayo. Y cuando en nuestro corazón se establecen las cuatro virtudes de la eternidad, la felicidad, el verdadero yo y la pureza, nuestra tierra --es decir, el sitio donde vivimos-- brilla como la Tierra de la Eterna Tranquilidad.
Es cierto que todos poseemos un sol en el centro de nuestra vida, pero somos muy pocos los que tomamos conciencia de ello. El Sutra del Loto es la escritura que revela el resplandeciente sol de la Budeidad que existe en nuestro ser en forma inherente.
"Tú, justamente tú, eres un Buda." "Venera el sol de la Budeidad dentro de tu propia vida." En estas exhortaciones se encuentra la enseñanza esencial del Sutra del Loto, el mensaje del capítulo "Hoben" o "Medios hábiles."
Shakyamuni percibió que todos poseían la Budeidad al igual que él. E hizo posible que cualquier persona avanzara por el camino que lo condujo a él mismo a su iluminación.
Hay una razón irrefutable en la afirmación de que todos los seres humanos son dignos de respeto, de que ningún ser humano es superior a otro; sobre esta base lógica, Shakyamuni se mantuvo siempre junto al pueblo y se dedicó continuamente a exponer la Ley.
En la última mitad del capítulo "Medios hábiles," Shakyamuni explicó que la razón por la cual los Budas aparecían en el mundo era para "abrir el portal de," "mostrar," "hacer que los seres vivientes tomasen conciencia de," "conducirlos a que ingresaran en el camino de" la sabiduría de Buda que existía en la vida humana en forma inherente. Además, señaló que todas las personas por igual podían desarrollar el estado de vida del Buda. Y que, al exponer el Sutra del Loto que les permitiría lograrlo, él cumplía un juramento formulado muchísimo tiempo atrás.
... el Budismo parte de reconocer el infinito potencial de cada persona. Y enseña el medio por el cual la gente puede tomar conciencia del supremo tesoro de la Budeidad que hay en su propia vida y, además, extraerlo y manifestarlo.
Cuando las personas toman conciencia de ese tesoro que hay dentro de sí mismas, también pueden reconocerlo en los demás y comenzar a tratar a sus semejantes con auténtico sentido de respeto. Al mismo tiempo, el que siente así naturalmente actúa para transmitir a otros la misma conciencia.
Esta clase de acciones nos hacen cultivar y perfeccionar el tesoro que ya poseemos en forma inherente; y, a la vez, cuanto más pulimos nuestra capacidad, más confianza adquirimos en el potencial y en la dignidad que reside en nuestra vida humana. Por eso, la práctica budista es el camino de la "auto-superación" ilimitada.
(Fragmento de las “Disertaciones de los capítulos del Hoben y Juryo del Sutra del loto” de Daisaku Ikeda)