lunes, agosto 17

La tortuga y el tronco de sandalo. Nam Myoho Renge Kyo - Título del Sutra del Loto

LA TORTUGA TUERTA Y EL TRONCO FLOTANTE
Soy el único que ha entonado Nam myoho renge kyo por primera vez en el Japón. En más de veinte años transcurridos desde el verano del quinto año de la era de Kencho (1253).
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 solo yo he venido practicando Nam nyoho renge kyo día y noche, mañaa y tarde, aún cuando los que invocan el Nembutsu {que es la práctica de la escuela Tierra Pura } suman diez millones. No tengo el respaldo de ninguna autoridad, mientras que los aliados del Nembutsu tienen poder y alcurnia. Sin embargo, cuando un león ruge, todas las demás bestias enmudecen, y cuando un perro ve la sombra de un tigre, se paraliza de terror. Al ascender el sol por el cielo oriental, la luz de todas las estrellas se desvanece por completo.
El rugido del león enmudece a los demás animales
“La voz lleva a cabo el trabajo del Buda”
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Aquí el Daishonin transmite a la destinataria de la carta, esencialmente, su lucha personal inquebrantable : llegar a ser una persona valiente y capaz de entonar Nam-nyoho-renge-kyo con la osadía de un rey león; llegar a ser una persona brillante, capaz de iluminar como un sol de esperanza la oscuridad circundante.
Nam-myoho-renge-kyo. El rugido leonino que lanzó el Daishonin, es la gran enseñanza que permite a todas las personas lograr la Budeidad.
En los pasajes precedentes, el Daishonin relata en detalle la analogía de la tortuga y el tronco de sándalo; destaca que, incluso cuando esta ya había encontrado el tronco tan ansiado, confunde su posición y nada en sentido contrario, lo cual le impide refrescar el vientre dentro del agujero. Escribe:
A la tortuga , aun pudiendo dar con un madero de sándalo flotante, le es difícil encontrar uno con la concavidad exacta. Eso significa que, aunque una halle el Sutra del Loto, le será difícil entonar los cinco caracteres de Nam-myoho-renge-kyo,
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que son su esencia.
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En otras palabras, aun cuando las personas que viven en el Último Día de la Ley conozcan el Sutra del Loto, a menos que sepan cómo activar el estado de Budeidad latente en su interior mediante la práctica de Nam-myoho-renge-kyo—esencia de dichos sutra--, no podrán producir nada de auténtico valor. De hecho, lo más probable es que se terminen alejando de ese preciado y ansiado tronco de sándalo, y eligiendo algún otro madero a la deriva.
La característica principal del Último Día de la Ley—la era de confusión u oscuridad posterior a la muerte del Buda—es que este período se pierde la capacidad de valorar correctamente el Sutra del Loto. La población vive a merced de los tres venenos del odio, la codicia y la estupidez, 
y los que identifican como sabiduría en realidad obra como un impedimento, así pues, confunden lo superior con lo inferior y viceversa; y acaban distanciándose del Sutra del loto.
La Ley esencial para la iluminación universal
El Daishonin reveló y comenzó a entonar Nam-myoho-renge-kyo, esencia del Sutra del loto y Ley fundamental para la iluminación de todos los budas de las diez direcciones y de las tres existencias. En verdad, la suya fue una contienda para despertar de la confusión a todo el pueblo del Japón, engañado por causas
perniciosas. O, para decirlo de otro modo, el Daishonin decidió ponerse de pie por sí solo, sin esperar a otros, y dirigirse a todas las personas que todavía no habían tomado conciencia de esa verdad.
Pero incluso en tales circunstancias, el Daishonin declara jamás haber dejado de proferir el rugido de Nam-kyoho-renge-kyo. “Cuando un león ruge, todas las demás bestias enmudecen, y cuando un perro ve la sombra de un tigre, se paraliza de terror. Al ascender el sol por el cielo oriental, la luz de todas las estrellas se desvanece por completo.
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De la misma manera, el Daishonin declara en otro escrito:
Con la aparición de esta enseñanza [ de Nam-myho-renge-kyo], todas las doctrinas postuladas por los estudiosos y maestros del budismo durante los días Primero y Medio día de la Ley serán como estrellas después del amanecer como un torpe aprendiz al lado de un maestro consumado.
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No hay revolución religiosa trascendente.
Como la analogía sugiere. Las enseñanzas de las demás escuelas budistas que denigraban al Sutra del loto en la época del Daishonin, eran como la luz de las estrellas una vez que asoma el sol. Aunque ensalcen a diversos
budas y enseñen la iluminación de todos ellos, son inútiles porque no tienen relevancia para la gente común del Último Día de la Ley que aspira a lograr la Budeidad.

notas
1- Nichiren Daishonin entonó Nam-myoho-renge-kyo por primera vez y proclamo públicamente su enseñanza en el templo Seicho-ji, en la provincia de Awa, el vigésimo octavo día del cuarto mes de 1253- Según el calendario lunar , el cuarto mes es el primer mes del verano.
2- The Record of the Orally Transmited Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente traducido por Burton Warson, Tokio Soka Gakkai, 21004 pág 4.
3- Myoho-renge-kyo, se escribe con cinco ideogramas chinos, mientras que Nam myoho-renge-kyo se escribe con siete (namu o nam se compone de dos caracteres). Sin embargo, el Daishonin a menudo usa Nam-myoho-renge-kyo como sinónimo de Myoho-renge-kyo en sus escritos.
4- END. Pág 1033
5- Tres venenos: Codicia, odio y estupidez. Males fundamentales inherente a la vida, que dan origen al sufrimiento humano. En el celebre Tratado sobre la gran perfección de la sabiduría, de Nagarjuna, se los consideraba la fuente de todas la ilusiones y deseo mundanos. Se los llama así porque conminan la vida de la gente y le impiden inclinar su mente y sus sentimientos hacia la bondad.
6- END, pág. 1004
7- Ib. Pág 938.
Fuente Revista Puente de Paz Nº 550 Julio 2015 Pág. 22-23 Panamá

domingo, agosto 16


LA CAUSA DEL SUFRIMIENTO EN LA PERSPECTIVA BUDISTA - BUDDHADASA BHIKKHU (2º PARTE)

La liberación es la salvación de la prisión.

Debemos recordar las palabras “salvación” y “liberación”, usadas en todas las religiones. La meta final de todas las religiones es la salvación, emancipación o cualquier palabra más conveniente, según cada idioma. Todas estas palabras tienen el mismo significado: ser salvados. Todas las religiones enseñan la salvación. Pero ¿de qué somos salvados? Somos salvados de la prisión espiritual. Aquello que todos buscan y necesitan -en este mismo momento- es lo que denominamos “libertad” o “liberación”, que es, simplemente, escapar de la prisión. Sea una prisión física, material, o una prisión mental, espiritual, el significado es el mismo. En todos los casos queremos libertad.

Aquellos que carecen de sabiduría pueden ver y temer solamente las prisiones físicas, materiales. Pero aquellos que poseen sabiduría (paññā) para observar más profundamente, verán cuánto más terrible y peligrosa es la prisión espiritual. Realmente es difícil ver que alguien se encierre en un calabozo ordinario, mientras todas las personas en el mundo están atrapadas en la prisión espiritual. Por ejemplo, todos los aquí sentados están libres de una prisión ordinaria, pero todos están encarcelados en una prisión espiritual. Aquello que nos lleva a estar interesados en el Dhamma, a venir a estudiar el Dhamma, a practicar desarrollo mental, es la opresión y la fuerza de estar cautivos en dicha prisión espiritual. Si ustedes sienten esto o no, no es importante. Esto nos fuerza, no importa cómo, a luchar y buscar una salida del encarcelamiento espiritual. No obstante, esto les está forzando a todos ustedes —percíbanlo o no— a encontrar la libertad espiritual. Por ello vienen a buscarla aquí (Al monasterio Suan Mokkh, N. del T) y a otros lugares semejantes.

Aunque aquello que nos hace prisioneros sea sólo una cosa, a saber, upādāna, esta prisión asume muchas formas diferentes. Existen docenas de estilos y tipos de prisión. Tomarnos un tiempo para estudiar cada tipo de prisión nos ayudará a entender este fenómeno mucho mejor. Entonces entenderemos mejor upādāna, y también entenderemos mejor tañā (deseo) y kilesa (impurezas de la mente) que, de acuerdo con la enseñanza buddhista, causan dukkha. Entenderemos la cuestión de dukkha, si entendemos claramente y por completo la cuestión de la prisión.

Me gustaría aconsejar que usen esta palabra “upadana” en lugar de “apego” o cualquier otra traducción. Palabras como esa son constantemente malinterpretadas. Puede ser que no la entiendan totalmente en este momento, pero traten de usar esta palabra “upādāna” para ir acostumbrando sus labios, sus mentes y sus sentimientos a ella. Debemos percibir que el corazón del Buddhismo es eliminar upādāna. El corazón del Buddhismo es aquel que se libra de upādāna o lo remueve. Entonces no hay prisión, entonces no hay dukkha.

Deben tomar los significados de los vocablos apegar, aferrar y agarrar (en inglés attachment, grasping y clinging), y combinarlos para obtener el significado de “upādāna”. Es mejor para nosotros usar la palabra upādāna. Su significado es más amplio y nos permitirá investigar esta materia más profunda y abarcativamente.

El sufrimiento en el budismo


LA CAUSA DEL SUFRIMIENTO EN LA PERSPECTIVA BUDISTA - BUDDHADASA BHIKKHU (1º PARTE)

Introducción.

Hablar acerca de aquello que llamamos “prisión” nos ayudará a comprender con mayor claridad aquello que llamamos “vida”. Así conoceremos mejor el Dhamma, lo cual nos ayudará a vivir la vida sin dukkha (insatisfacción, dolor, miseria, sufrimiento). De modo que ahora hablaremos acerca de la mencionada “prisión”. Preparen sus mentes para escuchar con atención.

Dondequiera que existan condiciones y señales de prisión, existe dukkha. Ustedes habrán observado que todas las formas y tipos de dukkha llevan alguna cualidad de prisión sobre sí. Ser capturado, encarcelado, encadenado y puesto en medio de dificultades y molestias, son característicasde dukkha. Si entienden esto, entonces entenderán el significado de lo que llamamos “upādāna” (apego), más claramente. Donde hay upādāna, hay una prisión. Es este mismo upādāna el que produce las condiciones de encarcelamiento.

Dondequiera que exista upādāna, existe esclavitud. La esclavitud puede ser positiva o negativa; ambas son igualmente aprisionantes. Considerando las cosas y apegándonos a las mismas como “yo” o “mío”, la esclavitud ocurre. Cuando saltamos hacia las cosas, quedamos atrapados en ellas, exactamente como si quedásemos atrapados en una prisión.

Todos los principios del Dhamma del Buddhismo pueden ser resumidos como: upādāna es la causa de dukkha; dukkha nace de upādāna. Debemos entender este asunto de upādāna correctamente. Para facilitar su comprensión, debemos verlo claramente como si fuera exactamente igual a una prisión. Es una prisión mental, una prisión espiritual. De modo que vamos a estudiar el Dhamma y desarrollar samādhi (estabilidad y calma mental) y vipassanā (insight, visión clara) con el objetivo de destruir upādāna. O, metafóricamente hablando, estudiamos el Dhamma y desarrollamos la mente para destruir la prisión que nos tiene atrapados.

Estamos hablando acerca de una prisión mental o espiritual, pero tiene el mismo significado que una prisión concreta. Es exactamente como las prisiones físicas que hay por todas partes, en las cuales las personas son alojadas. Pero ahora estamos hablando de una prisión puramente espiritual. Lo extraño o extraordinario en esta prisión es que no podemos ver su substancia con nuestros ojos. Lo que es más extraordinario aún es que las personas se encierran voluntariamente en esta prisión. Están realmente encantadas de ir y encerrarse en la prisión espiritual. Este es un aspecto muy raro de la prisión espiritual.