lunes, agosto 22

Relaciones Adictivas = Cuando se ama demasiado

Muchas veces me llega gente con problemas de salud y terminan contàndome sus problemas sentimentales. He descubierto que muchas dolencias se curan, sanando al ser interior. Te explico...
A veces amar demasiado se convierte en una enfermedad...
Una relación es adictiva cuando produce daño, perjudica tu salud física y emocional y, sin embargo, no puedes liberarte de ella.
Así como el adicto a una sustancia, necesita y tolera cada vez más cantidad de sustancia tóxica para poder funcionar, las personas "adictas al amor" soportan increíbles cantidades de sufrimientos en las relaciones que establecen.
Comienza a confundirse el amor con algo que podría categorizarse como "obsesión". Puede estar dirigida a alguien en particular, a una serie de hombres o mujeres, o a la búsqueda de una pareja (en caso de estar fuera de una relación).
Estas personas se sienten atraídas hacia gente inadecuada para formar una pareja "sana"; por ejemplo elegirás (porque se trata de una elección) a personas incapaces de comprometerse afectivamente. Es decir, hombres que por un motivo u otro son emocionalmente inaccesibles. La mujer interpretará todos estos rasgos como señales de que èl está necesitado e intentarás ayudarlo, salvarlo, curarlo o cambiarlo con el poder de tu amor (grave error).
En esto radica el punto de partida y la posterior dinámica insana de la relación. Dinámica que se caracteriza por la dependencia mutua (adicción).
Hay en estas relaciones dramatismo, caos, excitación, sufrimiento, algunas veces un alto voltaje de erotismo y sexualidad.
Las peculiaridades de las personas co-dependientes son (¿Con cuàntos de los siguientes puntos te identificas?:
- Realizas todo tipo de sacrificios personales, postergándote a ti misma y a tus propios intereses vitales con tal de "ayudar" a la pareja del cual dependes.
- Cuanto más problemática, difícil e imposible sea el lazo con èl/ella, mayor es la atracción que sientes hacia ella/èl.
- Destacas lo bueno y ocultas lo malo de la relación, frente a ti misma y frente al mundo.
- Si el vínculo no funciona te echas la culpa a tí misma por el fracaso; piensas que eres tu la que fallas y que tienes que esforzarte más.
- Tienes pánico al abandono y por ese motivo estás dispuests a hacer cualquier cosa para evitar que la relación se disuelva.
En muchísimos casos la seducción y la sexualidad son los factores puestos en juego en la dinámica de la relación.
Hay en los encuentros sexuales (sobre todo al comienzo) mucha "magia", romanticismo, erotismo y sensualidad. El esfuerzo por complacer se centra fundamentalmente en el área sexual.
Aquí supones que mediante la sexualidad salvarás, curarás o cambiarás al que has establecido una relación adictiva.
Vale decir que puede haber "buena" sexualidad en malas relaciones.
En realidad, todos estos intentos por retener y/o cambiar al otro se vinculan con el manejo y el control. Por este motivo, la respuesta que sueles obtener de èl/ella es el desprecio, el mal trato, la depresión o un mayor alejamiento emocional (seguir juntos pero distantes).
Lo cual te lleva a reforzar tus intentos dando más "amor": aumenta la concentración en la conducta del partenaire (partner) dependes cada vez màs de él en lo afectivo. Vas abandonando tus intereses personales, sientes furia e impotencia inexplicables hacia el; puede aparecer síntomas físicos y psíquicos relacionados con el stress.

Observemos cómo se refuerza el círculo adictivo.
Por otra parte, llegando a un punto avanzado de la adicción, si una de las personas de la pareja trata de distanciarse, o de interrumpir la relación, se produce el "síndrome de abstinencia" (igual que a cualquier adicto a quien se le suspende el uso de una droga) un estado físico y mental del profundo dolor; sensación de vacío, insomnio, llanto, angustia, autorreproches, miedo, etc.
La raíz de esta obsesión no es el amor sino el miedo. Miedo a estar sola(o), al abandono, a no ser digna, a ser ignorada.
En todo este proceso se da un deterioro del autoestima, la dependencia es cada vez mayor y más perjudicial.

¿Cuáles son las raíces del problema?
Existen tantas respuestas posibles como personas adictas. Ahora bien, según estadísticas e investigaciones realizadas las personas adictas al amor pertenecen a familias disfuncionales. Familias que no satisfacen sus necesidades afectivas básicas. Es decir, familias donde hay muchos secretos, roles rígidos, no hay libertad para expresar deseos o sentimientos, entre otros rasgos.
Las personas adictas han aprendido desde su infancia, a negar sus propios sentimientos: a "lucir" bien aunque estén sufriendo, a "ayudar" a otros aunque estén vacías y carenciadas, a "seducir" aunque por dentro estén llenas de miedo (algunas personas son sumamente exitosas en su vida profesional y sin embargo son adictas emocionalmente).
Es importante comprender que lo descrito con anterioridad es una enfermedad progresiva y que responde bien cuando se la trata con un profesional adecuado.
El trabajo legítimo radica en una misma. No necesariamente deberás separarte de tu pareja, pero necesitas redirigir las energías hacia tu recuperación.
La recuperación no será de inmediato, es un proceso que se va conquistando día a día. Existen distintas alternativas de tratamientos: terapia individual, terapia de pareja, o terapia de grupo.

Si te gustò este artìculo, te invito a que dejes tu comentario abajo, espero te haya sido ùtil, gracias

No hay comentarios:

Publicar un comentario