miércoles, abril 11

Beneficios de la danza Árabe

Somos energía


Todo lo que existe en el Universo es energía. Energía vibrando a diferente frecuencia. Tanto la silla sobre la que te sientas, el ordenador que tienes delante, la ventana y todo lo que ves a través de ella está compuesto de energía. Nuestro cuerpo físico no se escapa de esta verdad, es un sistema de energía que no acaba donde tu piel sino que continúa más allá de los límites de nuestra visión, se ve afectada por el entorno y también interactúa con él. Vemos nuestro cuerpo físico porque la vibración de la energía que lo conforma es lo suficientemente “lenta” como para que podamos visualizarla a simple vista. Pero más allá de los límites de la piel la energía continúa en formas más sutiles que no son visibles para el ojo no entrenado para verlas. Este campo magnético de energía, que podemos suponer con la forma de un huevo que rodea nuestro cuerpo físico, es lo que se denomina “aura”. Y el “aura” está creada por la energía de los chakras.

Los chakras


Chakra es una palabra sánscrito que significa “rueda”. Un chakra recuerda a un disco giratorio del tamaño de una moneda que se abre y se cierra como la lente de una cámara. Son centros de energía que reciben y envían información y energía vital, neurotransmisores que conectan nervios, órganos, hormonas, emociones. Cuando un chakra está abierto, está recibiendo información y recogiendo datos procedentes de tu entorno.
Cada chakra alimenta energéticamente a una parte del cuerpo físico, pero también el aspecto emocional, mental y espiritual de esa parte.
Cada chakra sintoniza una frecuencia, un aspecto diferente de la energía y los siete aspectos forman la totalidad, al igual que los siete colores del arco iris forman la luz. Mantener estos siete aspectos “equilibrados” nos ayuda  a movernos por la vida “afinados” y de esta forma crear la mejor melodía. : )
Para los efectos de este trabajo, vamos a considerar los siete chakras principales que puede ver en la imagen de arriba, así como los chakras secundarios de las manos y los pies.
Las sensaciones que se pueden sentir en ellos son muy variadas pero algunas de las que yo he sentido son: calor, vibración, hormigueo, una profunda tranquilidad, etc. Dependiendo del chakra que estemos trabajando la energía puede sentirse más densa, si estamos trabajando con alguno de los tres chakras más materiales: 1º, 2º y 3º, ó más sutil si estamos trabajando con los tres chakras espirituales: 5º, 6º y 7º. El 4º chakra situado en el corazón sirve de puente y enlace entre las energías más materiales de los chakras inferiores y las energías más sutiles de los chakras superiores. Es el que conecta la parte física con la espiritual y nos permite experimentar el amor.
La danza árabe es altamente terapéutica, ya que no sólo confiere beneficios al cuerpo modelándolo , si no que además hace trabajar sectores del cuerpo femenino donde se hallan chakras o puntos de energía descuidados por otras disciplinas u olvidados por la mayoría de las mujeres a causa del ocio o el estrés. 
Con el movimiento aparecen sensaciones ocultas o reprimidas, muchas mujeres comienzan a reconciliarse con su cuerpo, a valorarse más desde lo femenino, a descubrir su sensualidad dormida y redireccionar sus sentimientos e ideas sobre sí mismas. 
De este modo se aprende a canalizar energías, produciendo una liberación de las tensiones, y todo ello teniendo en cuenta que por la naturaleza de los ejercicios se logra modelar, tornear, y esculpir el cuerpo sin sacrificios, porque se hacen estos esfuerzos bajo la forma de un juego. 

A esto se suman a las coreografías, los aportes positivos que según la musicoterapia proporcionan los sonidos primitivos generados por antiguos instrumentos como el laúd, el rebab, el tar persa o el derbake, y la atmósfera de ensueño y leyenda que siempre despertaron las Mil y una noches, y que revive en cada acorde de esta milenaria danza.

Beneficios  de la danza árabe

La danza árabe actúa directamente sobre los centros de energía del cuerpo, llamados "chakras", eliminando bloqueos, tensiones y problemas de comunicación entre dichos centros, armonizando y dejando fluir esas energías por todo el cuerpo en un mecanismo en que recibimos energías del entorno, las asimilamos y devolvemos renovadas.

Resultados:
Buen humor, sensación de bienestar y agilidad, actitud de entrega y generosidad en las relaciones humanas, tornando a sus practicantes màs sociables y activos.

Produce desbloqueo de emociones reprimidas y tensiones acumuladas a través del tiempo por los difíciles planteos del diario vivir, la concentración que debe dirigir hacia la música y los movimientos de las coreografías hace que se desentienda de los problemas, para luego retomarlos con una óptica mas positiva.

Genera un proceso: de autoconocimiento que conduce a un aumento de la autoestima, de comprensión, aceptación y valoración del propio cuerpo y del propio ser.

Celebra la vida: fomentando la creatividad y la expresión de la personalidad de cada individuo.

Purificación de la mente: estimula la memoria, concentración, y capacidad de responder físicamente a estímulos y órdenes dadas por el cerebro, permite un mejor control sobre las acciones, movimientos, coordinación motora e impulsos.
Desarrollo: de la sensibilidad, el ritmo y los reflejos. Cada mujer ha visto que se trata de una danza que le brinda especial respeto, descubriendo su fortaleza, belleza y coraje para afirmarse como el ser privilegiado que es, dado que el creador ha compartido con ella la facultad de dar vida.

En amor y luz

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