En el cuenco de cuarzo se unen dos cualidades, el sílice con sus propiedades piezoeléctricas, y el sonido que emite en frecuencias elevadísimas. La tradición dice que los cuencos de cuarzo fueron creados en la Atlántida y luego llevados a otras culturas cuando el continente desapareció. Los cuencos Biosónicos de Cuarzo canalizan lo que Pitágoras llamaba la “música de las esferas”: ya que "cada cuerpo celestial, cada átomo, produce un sonido particular debido a su movimiento, ritmo o vibración. Es más, todos esos sonidos o vibraciones componen una armonía universal en la que cada elemento, sin perder su propia función y carácter, contribuye a la totalidad". Lo cual incluye al cuerpo humano… cada célula y cada órgano de nuestro cuerpo, por tanto, vibran continuamente a una determinada frecuencia. Y así, cuando un órgano está sano su frecuencia vibratoria está en armonía con el resto del cuerpo; pero si esa frecuencia se altera se rompe la armonía y aparece lo que conocemos como enfermedad. La enfermedad es el resultado de la “lucha” entre dos fuerzas: Yin y Yang, y esto produce una cristalización en el organismo, un desequilibrio energético; para estar sanos, los cristales de nuestro organismo tienen que ser perfectos, esta perfección se alcanza tocando un sonido perfecto de mayor vibración que el cuerpo, como los cuencos de cuarzo. Su enorme poder terapéutico, está basado en la ley de resonancia o "resonancia forzada" es "la capacidad de las vibraciones más potentes de un objeto para cambiar las menos potentes de otro y hacer que ambos sincronicen sus ritmos "; “similia similibus curantur”; curar con lo semejante. Cuando cada célula está afinada en la nota que le corresponde, hablamos de salud. Si por el contrario, pierde su afinación, podemos apoyarnos en el efecto terapéutico de los cuencos de cuarzo como resonadores, que le ayudan a cada célula a recobrar su verdadera afinación. Por medio de la resonancia es posible que las vibraciones de un cuerpo alcancen a otro y lo pongan en movimiento. "Dado que el sonido viaja cinco veces mejor por el agua que por el aire, la estimulación en el cuerpo de la frecuencia sonora es una forma muy eficaz de estimulación corporal total, sobre todo a nivel celular. El cuerpo está formado en más de un 70% por agua y además la sangre, los huesos, el A.D.N., la piel, los dientes, las uñas, etc. están formados por las mismas partículas de cristales que los cuencos de cuarzo. Es más, nuestro ADN se estructura en una doble espiral muy similar a la del cristal de cuarzo. Hay cuatro moléculas de sílice (cuarzo) en cada una de nuestras células y también está presente en la estructura crístalo-coloidal líquida del cerebro. Todo lo cual hace que tengamos una gran resonancia con los cristales. El estímulo directo del tejido celular vivo, utilizando la vibración de la frecuencia de sonido, ha mostrado un marcado metabolismo celular, y con ello la posible movilización de una respuesta celular de curación. |
miércoles, marzo 4
PROPIEDADES Y FUNCIONES DE LOS CUENCOS
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