El objetivo de todo comportamiento ritual físico es dirigir y focalizar la conciencia. Los seres humanos tienen una rara habilidad para bloquear sus propios procesos de crecimiento. Un comportamiento físico dirigido, como la danza, puede ayudarnos a superar esa tendencia. Coordina nuestras respuestas físicas y energías con nuestras metas espirituales y nos ayuda a mantenernos en contacto con las fuerzas superiores de la vida.
La danza enlaza los hemisferios cerebrales, juntando lo intuitivo con lo racional Cada movimiento y cada gesto crean cambios eléctricos en el cuerpo y la mente. A través de la danza mágica, los movimientos y su esencia se experimentan en niveles cada vez más sutiles.
El sistema nervioso central y los sistemas neuromusculares transforman los ritmos musicales en un patrón de movimiento. Podemos ser conducidos por él y alejados de nuestra percepciones tradicionales de mundo. En el pasado, las personas se rendían a esos ritmos y se dejaban guiar por ellos. Todavía hoy encontramos ejemplos de ello en las religiones caribeñas del vudú. Hoy debemos aprender a gobernar esos ritmos con plena conciencia de la repercusión de los mismos en nuestros mundos internos.
Siempre hubo gente que bailó, pero, quienes lo hacían eran los rebeldes, los parias, los renegados, los gitanos y todo aquel que de una u otra forma desafiaba al sistema. Durante muchos siglos, incluyendo el pasado siglo XX a los bailarines y bailarinas se los confundía con gente que comercializaba su cuerpo.y se les aplicaban tratos hostiles y humillantes.
Sin ir muy lejos, cuando comenzé a bailar públicamente la Danza Árabe, algunas amigas y conocidas me retiraron su amistad, y nunca nadie de mi círculo íntimo, me ha pedido que baile en alguna celebración. La contrapartida, o más bien dicho la polaridad es que otros pagan muy bien por mis actuaciones.
Pero, regresando al hecho de la danza es que aparte de ser considerada un pasatiempo frívolo, jamás a las personas del mundo occidental y específicamente a los católicos y a otras sectas, se les ocurriría alabar a Dios o a Cristo con Danzas.
Afortunadamente para los que deseamos rescatar los rituales ancestrales, tenemos a disposición mucha información en las Sagradas Escrituras de diversas filosofías y credos, acerca de las celebraciones a los Dioses y Diosas en las cuales los participantes se rendían a las danzas y bailes hasta caer llenos de alegría, porque con sus danzas daban gracias a los dioses por tener un cuerpo activo, ya que en la antiguedad se decía que nuestro cuerpo era el Templo de la Diosa, porque así como la madre que nos ha llevado en su vientre en el plano físico, la Diosa nos había creado y gestado en los planos celestiales, la fuerza de Dios nos había sostenido, y las fuerzas celestes de esta dimensión (estrellas, luminarias y planetas). nos habían dado el equipaje para este viaje en el momento en que respiramos por primera vez.
Y nada mejor que danzar para hacer honor a la vida terrestre y celestial, porque los primeros hombres y mujeres se dieron cuenta que todo lo que sucede en este universo es una danza y está regido por el ritmo. Todo en el cosmos es una danza perfecta el sol nos baña y nos da vida al ritmo de un día y luego, la danza coqueta de la luna, a veces oscura y misteriosa como buena representante del elemento femenino, baila graciosamente con su gran ballet estelar.
Y el ritmo y melodía de las esferas superiores es la música de fondo, la cual es tan sutil que nuestro oído no la puede percibir, pero está ahí y si hacemos un trabajo de crecimiento espiritual, nos conectaremos con estas piezas musicales a través de nuestro corazón.
La historia¨, en videos, de la Danza Del Vientre, más conocida en nuestras latitudes como ¨Danza Árabe
Muestra Cultural de Danza del Vientre realizada en el Museo de Bellas Artes de Caracas (2005) Como bailarina mística hago todo lo posible para mostrar esta bella danza de acuerdo a sus inicios mistéricos, cuando hablo de las ¨DIOSAS¨ lo hago con seriedad. Esta danza no son dos pasitos moviendo el ombligo y las caderas porque eso lo puede hacer cualquiera con un leve entrenamiento, pero danzar y ser un artista con calidad interpretativa, lleva su tiempo y va a depender mucho de la maestra que se tenga, o sea, del linaje. Cuando se aprende con fundamente, esto se nota y nada mejor que la niña de 15 años que baila en estos videos después de seis años de entrenamiento, Johana Ravelo baila según los diversos estilos místicos y cuando lo hace al estilo gypsy (gitano) usa una pandereta solo para ilustrar, como detalle complementario, pero no la toca realmente, es solo un adorno, y en el baile final la acompaña Antonieta Egoavil.
Dos niñas conectadas. Es uno de los regalos más grandes que me ha dado la Diosa Hathor y la Diosa Parvati.
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